Existio un vez un hombre tan poderoso, que con solo una orden podia acabar con la vida de grandes reyes, tan rico, que sus sabanas estaban bordada de oro, tan fuerte que podia romper piedras con las panos, tan importante, que el mundo no giraba sin antes no pedirle permiso, tan hermoso,que ni el sol podia comparase con su esplendor,tan imaginario, que nunca llego ha existir.
Moraleja: la persona perfecta no existe
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